EL ESPACIO ÚNICO Y LOS MÓDULOS DIVERSOS.
Al igual que sucedía en el antiguo mercado, se parte de una estructura sistematizada y repetitiva que genere un gran espacio único. En este espacio se distinguen pequeños módulos que funcionan independientemente, pero que comparten cierta relación simbiótica, en el caso de la propuesta, de retroalimentación cultural.

 

SOPORTES ARQUITECTÓNICOS
Para ofrecer una respuesta diversa y flexible, se entiende la propuesta como la generación de 2 soportes arquitectónicos.:

1) Soporte estructural. Una serie de pórticos con geometría quebrada construyen un paisaje de acero y aire que permitirá colgar cubiertas e instalaciones. La estructura dibuja un espacio público a la
espera; lleno de gente, árboles y el acero plegado. Arquitectura que termina en aire.

2) Soporte habitacional: Cinco módulos compuestos por cubiertas de madera suspendidas y paredes translúcidas forman los espacios cerrados y acondicionados donde desarrollar las distintas actividades
culturales y sociales.

ESPACIOS HEURÍSTICOS
Los módulos no pretenden imponer un determinado uso o actividad, sino más bien convertirse en contenedores equipados y acondicionados, con características arquitectónicas y constructivas propias. Los usos que sucedan en su interior vendrán determinados por la adaptación de las necesidades a sus condiciones arquitectónicas. En lugar de construir espacios funcionales en el sentido coercitivo de
adaptación a un uso concreto, se proponen cinco espacios heurísticos que estimulan el redescubrimiento, permitiendo desplegar en ellos gran variedad de actividades.

 

LA EXTENSIÓN HACIA LOS ESPACIOS LIBRES

La propuesta reactiva y llena de vida los espacios libres del entorno urbano inmediato, consolidando espacios urbanos equipados y regalando nuevas plazas a la ciudad. Las plazas se convierten en
espacios que se activan con la llegada de los visitantes.