¿Sabías que existe un tipo de reforma en la que puedes aumentar el valor de tu vivienda multiplicando la inversión realizada? En esta entrada te ofrecemos los 5 puntos para conseguir optimizar tu inversión y revalorizar tu vivienda.
1. DESCUBRE EL POTENCIAL DE TU VIVIENDA
Cada vivienda es única y es una extensión de las personas que la habitan. Trata de descubrir aquello que hace a tu vivienda única y la diferencia del resto para identificar el potencial a sacar partido.
Haz una lista con aspectos a analizar como: la ubicación, la orientación solar, las vistas desde sus ventanas, la dimensión de sus habitaciones, el ancho de las zonas de paso, la eficiencia de sus ventanas, la calidad de la iluminación artificial, la presencia de vegetación, la disposición del mobiliario....hay aspectos que son fijos en la vivienda y otros que seguro que será posible mejorar con una reforma. ¡Es hora de reformar y revalorizar tu casa!
2. ¡SACA LO MEJOR DE TU VIVIENDA!
No tengas miedo a una reforma integral de la vivienda, sin con ello consigues redistribuir la vivienda y así aprovechar mejor cada espacio. Lograr habitaciones y estancias de mayor calidad significa aumentar considerablemente el valor de la casa.
También se pueden mejorar aspectos puntuales que harán tu casa más confortable y aumentarán el valor de la vivienda: Mejorar la iluminación natural, optimizar los recorridos de paso, buscar la eficiencia energética de paredes y carpinterías ó cuidar el diseño interior de cada uno de los espacios.
Otra opción es renovar aquellas estancias en las que se nota más el paso del tiempo y que han quedado obsoletas: La cocina y el baño. Modernizar estas estancias y equiparlas con tecnología eficiente siempre supondrá una mejora en el valor de la casa.
3. DEFINIR CON PRECISIÓN LO QUE NECESITAS
Existe un error muy habitual en las reformas, que supone en ocasiones un sobrecoste por mala planificación. Este error es comparar distintos presupuestos que no incluyen los mismos trabajos o calidades, de modo que no se está comparando ofertas en las mismas condiciones. Esto termina habitualmente eligiendo la oferta más económica y descubriendo después en obra que existen trabajos no incluidos en presupuesto o calidades de obra que no esperabamos.
Lo mejor es definir con precisión con tu arquitecto todos los trabajos a presupuestar y seleccionar con detalle las calidades para evitar confusiones y optimizar la inversión a realizar. Un buen indicador de que la planificación se ha realizado correctamente es que los profesionales a los que se pida precio, ofrezcan presupuestos similares.
4. CONTROL DE LA OBRA
Es muy importante contar con un arquitecto para dirigir la obra. El arquitecto controlará que lo que se está ejecutando en obra coincide exactamente con lo que se ha planificado y presupuestado, de forma que cada euro que inviertas en tu casa suponga una mejora real en la vivienda reformada.
Contar con un control a pié de obra, no solo supone una garantía de buena ejecución, sino que también te ahorrará discusiones con los constructores o albañiles, ya que él se encargará de tomar las decisiones técnicas oportunas y dispondrás de un técnico con el que consultar posibles variaciones si fuesen necesarias.
5. CUENTA CON UN ARQUITECTO DE CONFIANZA
Tanto para planificar la reforma de tu vivienda, como para llevar la dirección de la obra, es crucial contar con un arquitecto de confianza.
Evita arquitectos que te impongan sus ideas para tu vivienda y de aquellos que no escuchan a sus clientes.
Busca un arquitecto con alto conocimiento técnico y experiencia, que se interese por lo que de verdad necesitas, con el que puedas tener un trato agradable y, sobre todo, con el que te sientas a gusto mientras decides como será la casa de tus sueños.
¡Contacta con nosotros si estás interesado en reformar tu vivienda y revalorizar tu vivienda!
